— Por Joerlin Rodríguez
Mientras los Celtics, Lakers y Warriors se disputaban quién tenía la mejor televisión para ver los playoffs desde casa, cuatro equipos que nadie vio venir se adueñaron del escenario: en el Este, los Knicks de Jalen Brunson y Karl-Anthony Towns despacharon a Boston con un aplastante 119-81 en el Juego 6, reencontrándose con unas Finales de Conferencia tras más de dos décadas.
Mientras que los Indiana Pacers sorprendieron a todos dejando fuera a los Cavaliers en cinco juegos gracias al talento de Tyrese Haliburton y Pascal Siakam; en el Oeste, los Thunder, liderados por un Shai Gilgeous-Alexander intratable, dejaron en ruinas a los campeones Nuggets con un humillante 125-93 en el Juego 7.
Anthony Edwards confirmó las profecías de Michael Jordan y llevó a los Timberwolves a su segunda final consecutiva eliminando a los Warriors, todo esto mientras el trofeo Larry O’Brien aguarda en lo alto, listo para ser reclamado por un nuevo y hambriento campeón.
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