Los señores José Agustín Tolentino y Robert Luis Sembil, tomaron la decisión de colaborar con el país en esta problemática del COVID -19, de mutuo propio, y sin la debida autorización de nuestra institución ni de la policía Nacional.
Nuestra institución en fecha 05 de abril del presente año depositamos una misiva por ante el despacho del honorable director de la Policía Nacional, afirmándole que nuestros doce mil miembros a nivel nacional, estábamos en la disposición de la uniformada a los fines de colaborar en lo que fuera necesario.
Esta petición la hicimos en virtud del espíritu de colaboración que debe tener todo hombre de bien, especialmente instituciones, en estos momentos difíciles que está viviendo el país a causa de esta pandemia.
Nuestra institución fue informada de que la Policía Nacional había tenido que enviar a sus casas varios de sus miembros, algunos por enfermedad y otros por la edad, por lo que consideramos oportuno enviar a nuestros miembros a colaborar, puesto que son personas de bien, y algunos han sido policías y militares retirados y con buena conducta.
A pesar de que todavía no hemos tenido respuesta del Director General de La Policía, para saber si acepta la colaboración de nuestros miembros, algunas filiales han hablado con los comandantes provinciales y Municipales, y al ser aceptados están colaborando con los mismos.
Al terminar queremos ratificar nuestra denuncia que en meses pasados ya habíamos hecho, en el sentido de que personas inescrupulosas están
tratando de desacreditar nuestra institución para tirar por el suelo un trabajo que en casi 30 años hemos venido realizando a favor de nuestro país y de algunos países donde tenemos filiales.
Tenemos información de que personas envueltas en el mundo bajo de las drogas, están usando instituciones y pseudo comunicadores para desacreditar el buen nombre de nuestra institución.
Debemos decirles a estos malos dominicanos que el 90 por ciento de nuestros miembros somos hombres y mujeres de fe, compuesto por ministros cristianos, pastores, evangelistas, misioneros, maestros, educadores, profesionales como médicos, psicólogos, abogados, militares activos y pensionados, y una gran gama de hombres honorables, que nos amparamos en Dios y en lo establecido en el salmo 70 de las sagradas escrituras.
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